"A ESTAR CON ÉL Y A ANUNCIAR LA BUENA NOTICIA"

Martes 28 Junio 2016

 
El Papa Francisco, en el encuentro con los formadores les dice que: "la vida consagrada hermosa, es uno de los más preciados tesoros de la Iglesia, arraigados en la vocación bautismal. Así que es agradable ser entrenadores, porque es un privilegio de participar en la obra del Padre, que es el corazón del Hijo en el Espíritu a los que llama...

Es importante la misión, pero es igualmente importante para entrenar para la misión, la pasión de la forma, una forma de que la pasión de ir por todas partes, en todos los suburbios, que decir a todo el amor de Jesucristo, sobre todo los que están lejos, a decir jóvenes y los pobres, y también le permiten evangelizados por ellos. Todo esto requiere una base sólida, una estructura cristiana de la personalidad que hoy las mismas familias rara vez pueden dar. Y eso aumenta sus responsabilidades. Una de las cualidades del entrenador es tener un gran corazón para los jóvenes, para capacitarlos en un gran corazón, capaz de dar cabida a todos, el corazón lleno de misericordia, llenos de ternura.”

 Quién ha escuchado su llamado comparte contigo, Angélica:

 -¿Cómo te acercaste al Ordo? ¿A través de qué?

 A través de dos instancias:

La celebración de la consagración de Emanuella, Rosario y Orielée;

y a través de mi acompañante espiritual que me habló del Orden de Vírgenes.

 - ¿A qué te sientes llamada por el Señor?

 A “estar con él” y a ser enviada a anunciar la Buena Noticia.

 -¿Cuál y cómo es tu relación con Jesús?

 Él es mi Esposo, mi Señor y mi vida.

 -¿Por qué crees que tienes vocación a la vida consagrada y para el Ordo?

 Hace ya casi 30 años, el Señor ponía en mi mente y en mi corazón la moción de  entregarle mi corazón y mi vida… y yo acepté sin mucho saber cómo, dónde, cuándo.

Conocer el Ordo, y su forma de vida es para mí el lugar donde puedo vivir la pertenencia a la Iglesia, el lugar donde vivir mi consagración y desde donde puedo servir a la Iglesia.

 -¿Cómo desarrollas tu vida diaria? ¿Qué haces de qué vives?

 Trabajo como secretaria en un lugar que me permite desarrollarme y ser un aporte desde mi ser de mujer consagrada.  El Señor me regala poder acompañar espiritualmente a algunas personas de manera formal e informal.

 - ¿Qué miedos tienes?

 La verdad que grandes miedos no tengo; tengo confianza que el Señor acompaña mis pasos. Hay algunos miedos que son más sutiles que voy trabajando día a día con el auxilio del Espíritu Santo, la oración, y el diálogo con mi acompañante espiritual.

 - ¿Qué sueños tienes?

 Continuar creciendo en la “alianza de amor” que selláramos con el Señor hace casi 30 años, y que esta alianza sea cada día una novedad, una entrega, una alegría.

Y mi otro sueño, es ser testimonio, “puente” para ayudar a mis hermanos a que puedan encontrarse con Jesús, que lo conozcan, lo amen, lo sirvan y lo anuncien.

 

 

 



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