IV El PROCESO DEL ACOMPAÑAMIENTO ESPIRITUAL

Miercoles 08 Noviembre 2023

 
REFLEXIONES SOBRE EL ACOMPAÑAMIENTO ESPIRITUAL (AE) El corazón que anhela crecer espiritualmente y busca un acompañamiento espiritual se inicia por una moción del Espíritu Santo que surge en su mente y corazón, como la cierva que busca las corrientes de agua (Cf Sal 42,2). El Espíritu Santo es el gran Maestro espiritual.

La amistad con Jesús es un proceso muy personal y que nadie puede suplantar, tampoco el acompañante espiritual. Es un proceso único donde no existen las imitaciones; donde ninguna persona puede pretender tener el mismo caminar de fe que tuvo tal o cual santo, o tal o cual hermano(a). La experiencia de fe de ellos son medios que pueden dar luces, pistas, animar, confortar, consolar (Cf. EG 169).

Es un proceso paciente, acompañado de mucha libertad. Muchos serán los momentos de aridez, soledad, duda, conflicto interior y también exterior. En otras instancias todo rebozará de alegría, sosiego interior, esperanza y que en lenguaje de san Ignacio podríamos llamar: “Desolación y Consolación” (Cf EE. 316-324). Es importante que tanto el acompañado como el acompañante estén atentos a estos movimientos internos.

A medida que crece la confianza en el acompañamiento espiritual y el compartir de experiencias muy íntimas, más grande es el cuidado y la atención del acompañante a no crear dependencias o a infantilizar al otro. La confidencialidad y respeto del proceso de la persona acompañada, son fundamentales para desarrollar un acompañamiento abierto y sano.

En este proceso también es importante, que la persona acompañada pueda ir tejiendo un proyecto personal de vida espiritual que le ayude a fortalecer su peregrinar: tiempos de oración, celebración frecuente de los sacramentos, lectura asidua de la Sagrada Escritura, lecturas espirituales, vida comunitaria, vida solidaria de cooperación y servicio.

 

Angélica Inés Molina, virgen consagrada de la Arquidiócesis de Santiago comparte reflexiones sobre el acompañamiento espiritual, tan indispensable en la formación inicial y permanente de las vírgenes consagradas.
 

Fue consagrada por manos  del Sr. Cardenal Ricardo Ezzati en mayo del 2017.Trabaja como secretaria del rector del Seminario Pontificio Mayor.De profesión Contadora (1982), hizo Estudios Teológicos en Conferre (1992), y ha realizado los siguientes Diplomados: Administración Parroquial (2007), Acompañamiento Psico-espiritual (2018) y Acompañamiento en Ejercicios Espirituales de San Ignacio desde el (2020).Su servicio pastoral lo realiza en la Parroquia San Francisco Solano en la comuna de la Florida (Santiago) junto al coro de la comunidad.También colabora en el acompañamiento de Ejercicios Ignacianos para Jóvenes de la Vicaría de la Esperanza Joven.

 

 



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